Bienestar y Salud No es después del desayuno: el mejor momento para cepillarse los dientes y evitar el sarro
La voz crítica interna tiene sus raíces en experiencias del pasado donde recibimos poca o ninguna valoración. Puede tener su origen en:
El que intimida: este crítico interno es brutal en lo que nos dice, lo que provoca sentimientos de miedo y parálisis.
Recuerda que es un proceso gradual y que cada pequeño paso que des en dirección a una mente más positiva es valioso y significativo.
Todos producimos cada día un número significativo de pensamientos automáticos de valencia negativa. El hecho de que suceda esto entra dentro de la normalidad.
Esto ayudará a ver los pensamientos desde un punto de vista ajeno y no como afirmaciones verdaderas.
Practica la conciencia plena: La conciencia plena, o mindfulness, consiste en prestar atención plena al momento presente de forma intencional y sin juzgar. Esta práctica puede ayudarte a observar tus pensamientos negativos de manera objetiva y a no identificarte con ellos.
Busca oportunidades de desarrollo. Investiga algunas formas de desarrollar tus intereses y cambia los pensamientos negativos del pasado por una narrativa positiva.
1º El perfeccionista: Este crítico interno quiere que hagas las cosas a la perfección y sin problemas. Tiene estándares muy altos de desempeño, y cuando no los cumples, te ataca y te dice que sus acciones no son lo suficientemente buenas.
Es importante tener en cuenta un detalle. Es muy fácil ser cautivos de ese filtro psicológico que queda atrapado por la negatividad. Lo hacemos por creencias arraigadas, por la educación recibida, patrones de personalidad o por estrategias de afrontamiento deficientes.
Con el fin de liberarnos de estos pensamientos, será critical enfocar el problema de un modo distinto, con las técnicas y estrategias adecuadas para limpiar nuestros malos pensamientos de una vez here por todas. Aquí tienes siete formas de lograrlo.
Cuando te encuentres atrapado en una espiral de pensamientos negativos, distráete con actividades que disfrutes. Salir a caminar, leer un libro o practicar algún pasatiempo puede ayudarte a cambiar tu enfoque.
Este cambio transforma el conflicto interno en claridad y el miedo en guía. Eso es crecimiento consciente y compasivo.
Todos tenemos pensamientos negativos de vez en cuando, pero la clave está en aprender a reconocerlos y manejarlos antes de que se apoderen de nuestro día.